Guerra civil española
[Abre en ventana nueva] Resumen Barcelona fue la capital del anarquismo europeo durante los años de entreguerras. El objetivo de este artículo es descubrir los rasgos sociológicos y territoriales de la radicalizada CNT (Confederación Nacional del Trabajo), el sindicato anarquista, que generó la revolución del verano de 1936. Al analizar el papel del espacio urbano como variable en los procesos colectivos de la clase obrera, el artículo sostiene que el obrero inmigrante reciente no cualificado y los barrios donde predominaba esta figura obrera fueron los protagonistas clave del radicalismo revolucionario.
14 Los datos de movilidad social se basan en una muestra de registros matrimoniales de 1920 y 1934-35 tomados en el Archivo del Registro Civil de Barcelona (ARCB). Sobre los rasgos socioculturales de las clases sociales barcelonesas, véase Oyón, Maldonado y Griful, Barcelona, 1930, cap. 1: este estudio y el resto de referencias a 1930 se basan en una muestra del 5% del padrón de 1930.
20 El impacto de la pobreza fue especialmente significativo. Durante los años veinte, el número de familias pobres murcianas y andaluzas registradas en el Instituto Municipal de Demografía superó en algunos momentos al del grupo de familias autóctonas, cinco veces mayor. El grupo de familias pobres inmigrantes valenciano-aragonesas era similar. Las tasas de mortalidad eran más elevadas en las clases obreras y especialmente altas entre los inmigrantes obreros llegados más recientemente: las tasas de mortalidad entre los jornaleros almerienses
Terror blanco (España)
La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) es una confederación española de sindicatos anarcosindicalistas, que durante mucho tiempo estuvo afiliada a la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). Cuando trabajaba con este último grupo también se la conocía como CNT-AIT. Históricamente, la CNT también ha estado afiliada a la Federación Anarquista Ibérica, por lo que también se la ha denominado CNT-FAI. A lo largo de su historia, ha desempeñado un papel importante en el movimiento obrero español.
Fundada en 1910 en Barcelona[1] a partir de grupos reunidos por el sindicato Solidaridad Obrera, amplió significativamente el papel del anarquismo en España, que se remonta a la creación de la sección española de la AIT en 1870 y su organización sucesora, la Federación de Trabajadores de la Región Española.
La CNT dice de su afiliación: “No hacemos distinciones a la hora de la admisión, sólo exigimos que seas obrero o estudiante, empleado o desempleado. Los únicos que no pueden afiliarse son los que pertenecen a organizaciones represivas (policía, militares, guardias de seguridad), empresarios u otros explotadores”[2].
Barcelona 1936
No es muy conocido por el lector general que el mayor movimiento de la España anterior a Franco estuvo muy influido por las ideas anarquistas. En 1936, en vísperas de la Guerra Civil española, aproximadamente un millón de personas eran miembros de la anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo), un inmenso número de seguidores si se tiene en cuenta que la población española sólo contaba con veinticuatro millones de habitantes. Hasta la victoria de Franco, la CNT siguió siendo una de las mayores federaciones sindicales de España.
Muchos de los jornaleros y campesinos andaluces eran también anarquistas. Durante las primeras semanas de la Guerra Civil, antes de que el sur de España fuera invadido por los ejércitos fascistas, esta población rural estableció sistemas comunales de tenencia de la tierra, aboliendo en algunos casos el uso del dinero para las transacciones internas, estableciendo sistemas libres y comunistas de producción y distribución, y creando un procedimiento de toma de decisiones basado en asambleas populares y en la democracia directa, cara a cara. Quizás aún más significativos fueron los colectivos anarquistas bien organizados en las zonas de Aragón controladas por los republicanos, que se agruparon en una red bajo el Consejo de Aragón, en gran parte bajo el control de la CNT. Los colectivos tendían a predominar en muchas zonas de Cataluña y Levante, y eran comunes incluso en Castilla, controlada por los socialistas.