Comité de empresa España
Probablemente sólo uno de cada siete empleados en España (14%) está afiliado a un sindicato, aunque los resultados de las elecciones a los comités de empresa indican que los sindicatos cuentan con un apoyo mucho más amplio. En España hay dos confederaciones sindicales dominantes, CCOO y UGT, aunque existen otras agrupaciones importantes a nivel regional y en el sector público.
No existen cifras oficiales actualizadas sobre la densidad sindical (la proporción de empleados afiliados a un sindicato) en España. Las cifras oficiales más recientes proceden de la Encuesta sobre la Calidad de la Vida Laboral (ECVT) de 2010, que el Gobierno español ha dejado de realizar. Según estos datos, en 2010 el 16,4% de la población activa estaba sindicada[1]. Si se consideran únicamente los asalariados, que es la base habitual para calcular la densidad sindical, el porcentaje habría sido más elevado, entre el 18% y el 20%, aunque no se puede precisar la cifra, ya que no todos los sindicalistas son asalariados. Sin embargo, la afiliación sindical en 2010 alcanzó niveles récord y las cifras publicadas por las principales confederaciones sindicales muestran que la afiliación ha disminuido en torno a un 20% desde esa fecha (véase más abajo). Al mismo tiempo, el número de empleados ha aumentado, tras caer entre 2010 y 2013. En 2019, había en España un 6,9% más de asalariados que en 2010[2], por lo que la densidad sindical ha disminuido.
Masacre de Vitoria
Solidaridad de Trabajadores Vascos (en euskera: Eusko Langileen Alkartasuna (ELA), en castellano: Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV)) es el sindicato más influyente del País Vasco, habiendo sido creado, como Solidaridad de Obreros Vascos, por miembros del Partido Nacionalista Vasco el 10 de junio de 1911, en Bilbao[4].
ELA-STV quedó atrapada en los combates de la Guerra Civil española y fue prohibida por el Estado franquista. Reapareció en 1976, durante la transición a la democracia. Hoy cuenta con más de 105.000 afiliados[5].
En los años 70 ELA abandonó su ideología socialcristiana original en favor de posiciones más socialistas, reconociendo la importancia y vigencia de la lucha de clases, rompiendo con el Partido Nacionalista Vasco y acercándose a LAB, sindicato dentro de la izquierda abertzale.
En el Congreso General de 1976 ELA-STV aprobó los nuevos principios y normas del sindicato, que se convertirán en su identidad: ELA era un sindicato nacional vasco y de clase, independiente de todos los partidos políticos, abierto a todos los trabajadores de Euskal Herria, independencia económica (financiación sólo a través de las cuotas de los afiliados, no aceptando dinero público), incompatibilidad de posturas, base confederal, creación de un fondo común de huelga, solidaridad internacional, etc. Esta línea será ratificada y ganará más en el próximo Congreso. Durante la transición, ELA se opuso a los Pactos de la Moncloa. El ala pro-PNV y antisocialista del sindicato se escindió y formó Eusko Langillen Alkartasuna (Askatuta) – Solidaridad de Trabajadores Vascos (Independiente) (ELA (a)-STV (i)), que desaparecería en 1990.
Resumen del año TUED 2018
Probablemente sólo uno de cada siete empleados en España (14%) está afiliado a un sindicato, aunque los resultados de las elecciones a los comités de empresa indican que los sindicatos cuentan con un apoyo mucho más amplio. En España hay dos confederaciones sindicales dominantes, CCOO y UGT, aunque existen otras agrupaciones importantes a nivel regional y en el sector público.
No existen cifras oficiales actualizadas sobre la densidad sindical (proporción de empleados afiliados a un sindicato) en España. Las cifras oficiales más recientes proceden de la Encuesta sobre la Calidad de la Vida Laboral (ECVT) de 2010, que el Gobierno español ha dejado de realizar. Según estos datos, en 2010 el 16,4% de la población activa estaba sindicada[1]. Si se consideran únicamente los asalariados, que es la base habitual para calcular la densidad sindical, el porcentaje habría sido más elevado, entre el 18% y el 20%, aunque no se puede precisar la cifra, ya que no todos los sindicalistas son asalariados. Sin embargo, la afiliación sindical en 2010 alcanzó niveles récord y las cifras publicadas por las principales confederaciones sindicales muestran que la afiliación ha disminuido en torno a un 20% desde esa fecha (véase más abajo). Al mismo tiempo, el número de empleados ha aumentado, tras caer entre 2010 y 2013. En 2019, había en España un 6,9% más de asalariados que en 2010[2], por lo que la densidad sindical ha disminuido.
Cataluña – ¡Las calles siempre serán nuestras!
Hacer que las empresas sean más democráticas y participativas es uno de los grandes objetivos del mundo laboral hoy en día. Este artículo analiza la participación de los trabajadores en Alemania y cómo ha calado en España y en toda Europa.
Pero, ¿qué ocurre con la participación y la democracia en el lugar de trabajo fuera de Alemania? “El ejemplo de Alemania es realmente interesante y diferente”, explica Sara Lafuente, investigadora del Instituto Sindical Europeo de Bruselas. “Aunque otros países han intentado imitar ese modelo, la diferencia fundamental es que la normativa alemana es mucho más exhaustiva. Existen directrices y niveles de decisión para los empleados que varían en función del tamaño de la plantilla. En consecuencia, las decisiones tienen que ser acordadas por y entre los trabajadores y la dirección. Por eso, cuando traduzco el término Mitbestimmung, prefiero hablar de “codecisión” en lugar de “codeterminación””. En el modelo alemán, los trabajadores son miembros del Aufsichtsrat (consejo de vigilancia), que ejerce la supervisión y en algunos casos incluso el derecho de veto sobre el Vorstand (consejo de dirección) y tiene voz en decisiones como los nombramientos de directivos, los salarios y los cambios en la empresa.