Diferencia entre militante y afiliado psoe

¿Es España liberal o conservadora?
Ismael Blanco, Yunailis Salazar e Iolanda Bianchi informan sobre los resultados de una segunda ronda de investigación en Barcelona llevada a cabo como parte del proyecto colaborativo Gobernanza bajo austeridad, patrocinado por el Consejo de Investigación Económica y Social como parte de su Red de Transformaciones Urbanas.
La crisis multidimensional y multiescalar de 2008 ha puesto a prueba el llamado modelo Barcelona. Como se observó en la fase exploratoria de nuestra investigación, la colaboración público-comunitaria y público-privada han sido tradicionalmente características fundamentales de este modelo desde la restauración de la democracia. Por un lado, el Ayuntamiento ha promovido un papel activo de las organizaciones sociales y comunitarias en la elaboración de políticas a través de un sinfín de mecanismos formales de participación ciudadana, diferentes fórmulas de colaboración público-comunitaria y la gestión comunitaria de equipamientos y espacios públicos. Por otro lado, el modelo de gobernanza de la ciudad se ha complementado con diferentes asociaciones público-privadas para la gestión conjunta de servicios públicos, la regeneración urbana, el desarrollo turístico y la atracción de capital financiero. Este tipo de acuerdos de colaboración han sido muy criticados por diferentes motivos, entre ellos el carácter simbólico de los mecanismos de participación y la captura de las políticas públicas clave por parte de las élites económicas.
¿Tiene España un gobierno de izquierdas?
Las mujeres del PSOE en la España franquista habían participado en un importante activismo socialista desde la década de 1930, incluso entre bastidores durante la huelga de los mineros asturianos de 1934, aunque el partido ofrecía pocos papeles de liderazgo a las mujeres y abordaba los problemas de la mujer. Durante la Guerra Civil, el partido fue uno de los pocos actores de la izquierda que rechazó la idea de las mujeres en el frente, creyendo que las mujeres en su lugar debían ocuparse del hogar.
En la transición, la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez llegaría al poder en 1977, tras la muerte de Franco en 1975. Ignorar los problemas de la mujer sería una de las razones por las que UCD perdería las elecciones de 1982 y el PSOE llegaría al poder. El PSOE declararía su apoyo explícito al feminismo en 2019.
La España franquista era un estado pseudofascista cuya ideología rechazaba lo que consideraba la democracia inorgánica de la II República. Abrazaba la democracia orgánica, definida como una reafirmación de los valores católicos romanos tradicionales españoles que servía de contrapunto al comunismo de la Unión Soviética durante el mismo periodo. Surgió en 1939 tras el final de la Guerra Civil española[1][2] La misoginia y la heteronormatividad fueron los pilares del fascismo en España, donde la filosofía giraba en torno a la patria y los roles de género fijos que ensalzaban el papel de un liderazgo masculino fuerte[3].
Revolución socialista
ResumenUtilizando un diseño de regresión discontinua y elecciones primarias para seleccionar candidatos a la alcaldía del Partido Socialista Español (PSOE) como caso de estudio, este trabajo investiga la relación causal entre elecciones primarias y resultados electorales. Los resultados sugieren que la selección del candidato a la alcaldía del PSOE mediante elecciones primarias no tiene ningún efecto sobre el porcentaje de votos y el total de votos recibidos por el candidato del PSOE en las elecciones locales, la probabilidad de obtener la alcaldía y la estabilidad del gobierno local. Por otro lado, los resultados sugieren que las elecciones primarias del PSOE se traducen en un aumento de votos para los partidos políticos competidores a la derecha del PSOE y en una reducción de votos para los partidos competidores a la izquierda del PSOE.
1 IntroducciónEn las últimas décadas, el uso de elecciones primarias abiertas a los militantes dentro de los partidos políticos para seleccionar candidatos a cargos públicos se ha hecho cada vez más popular en todo el mundo occidental. Sin embargo, poco se sabe sobre el efecto de estas elecciones: ¿Mejoran los resultados electorales de los partidos políticos que seleccionan así a sus candidatos? ¿Afectan a los resultados electorales de los partidos políticos competidores?
Grupo marxista internacional
La crisis económica mundial de 2008-9 y la política de austeridad que trajo consigo vieron el surgimiento de movimientos de masas de resistencia en muchas partes del mundo.1 En algunos casos, esto formó el contexto para que la izquierda radical lanzara nuevos partidos políticos o intentara capturar el liderazgo de las formaciones socialdemócratas existentes. Los ejemplos más importantes de esto en Europa son Syriza en Grecia, el liderazgo de Jeremy Corbyn del Partido Laborista en Gran Bretaña y Podemos en el Estado español. Al plantear una alternativa a las fuerzas de centro-izquierda que habían participado, de buen grado o a regañadientes, en la aplicación de la austeridad, estos proyectos no sólo inspiraron a millones de personas, sino que también se convirtieron en un foco importante para la imaginación de la izquierda radical. De hecho, en algunos casos se argumentó que habían trascendido la dicotomía entre reforma o revolución, ofreciendo una alternativa tanto a la decrépita socialdemocracia como a las aisladas agrupaciones de izquierda revolucionaria.
Esta revista acogió favorablemente estos proyectos de izquierda. Sin embargo, los caracterizaba como variantes del "reformismo de izquierdas", argumentando que no representaban una ruptura fundamental con la lógica de los antiguos partidos de izquierda.2 En el mejor de los casos, buscaban reformas con más vigor que la socialdemocracia tradicional en las últimas décadas, o bien planteaban un desafío al neoliberalismo como forma de organizar el capitalismo. En el mejor de los casos, buscaban reformas con más vigor que la socialdemocracia tradicional en las últimas décadas, o bien planteaban un desafío al neoliberalismo como forma de organizar el capitalismo.